El
Parlamento
Europeo ha aprobado un nuevo
Reglamento General de Seguridad que afectará a los fabricantes de
automóviles, ya que se pretende que se equipen los vehículos con soluciones que
faciliten la conducción y la hagan más segura. El acuerdo ha sido aprobado por
representantes permanentes de los Estados miembros, reunidos en el Comité de Representantes Permanentes del Consejo.
Este documento tiene como objetivo alcanzar la cifra ideal de cero accidentes
en carretera. El nuevo reglamento centra su mirada en los usuarios más vulnerables
y tiene en consideración por primera vez los patines eléctricos o las sillas de
ruedas.
El nuevo reglamento afecta a
toda clase de vehículos de motor (camiones, autobuses,
furgonetas, etc.), con unos requisitos concretos para los turismos y las
furgonetas. En términos generales, los
vehículos tendrán que incorporar: un asistente de velocidad inteligente;
una interfaz para la instalación de alcoholímetros antiarranque; un sistema de
monitorización de la somnolencia y la atención del conductor; un sistema
avanzado de advertencia de distracciones del conductor; señales de frenado de
emergencia; sistemas de detección de marcha atrás; registradores de datos de
eventos; sistemas precisos de control de la presión de los neumáticos.
Además,
se contempla también la instalación de
registradores de datos de eventos, comúnmente conocida como "caja negra", con el fin de contribuir
en el análisis y en las conclusiones del estudio de accidentes de tráfico, para
seguir adoptando medidas que ayuden a reducir el número de accidentes en la
carretera.
Estos cambios se irán incorporando a partir de 2022 en los nuevos vehículos
y "deberán ser verificados en inspecciones técnicas periódicas que aún
están por determinar. El reto del sector será adaptarse a estas nuevas
tecnologías para seguir protegiendo la seguridad vial. Por su parte, los
fabricantes deberán ser los primeros en cooperar con toda la información
necesaria".
Comunicación
de Transambiental